CursoBEE 09









Y es tan difícil decir adiós, pero todo lo que comienza tiene un final, y llegó el momento de despedirnos con la cabeza en alto, con el corazón lleno de sentimientos y sensaciones que no queríamos sentir, pero así es, la nostalgia de los recuerdos que siempre tendremos guardados. Las amo, ocupan la mitad de mi corazón, en ustedes encontre mi lugar, mi segunda familia, un refugio donde llegar, ese calor humano que nunca olvidaré.
Ver a las 35 personas que somos y siempre seremos, tan distintas unas de otras, todas con sus características inigualables, lo que hace ser el curso, si una no estuviera, dejaríamos de ser el 4to bee perno de toda la vida.

Las extrañaré, extrañaré llegar a la sala y saludar a cada una, las tallas, las peleas, risas, llantos, tantos momentos que compartimos juntas y los disfrutamos, pero ahora solo queda mirar en nuestros corazones todo el cariño que nos tenemos, ver las fotos y recordar cada sensación que sentimos y así poder decir: NO SOMOS BUENAS, SOMOS LAS MEJORES.
Nunca las olvidaré son lo mejor.

Sí, cuando todo se acabó...

Sí, cuando todo se acabó, volvió a empezar, floreció como maleza en el jardín que nunca cuidas, como ese grano cuando comes mucho chocolate... o simplemente cuando te cortan las alas. Seguiste subiendo sin importar el porte de tus alas, pero ahí estuviste mirando al sol, ciega, incomprendida, dolida... y sola. A si que confeccionó un par de alas de cartón, pero el viento las destruyó, su sonrisa la borró la lluvia... Y sus ganas un duende se apoderó.

Algo tan superficial que me saca de la realidad... ARTE.

¿Mi amiga?... En el alcantarillado.

No volverá, perdí a esa paloma como perdí un pedazo de corazón, se fue con mis mejores recuerdos, mis peores pesadillas, mis más grandes anhelos.

Se fue, me dejó sola, la necesité, la busqué, me ayudó por obligación, ¿y ahora?, ¿ahora qué?, cuando más la necesito, ese apoyo, ese cable a tierra, se fue, nadie sabe a donde, se fue por el alcantarillado, por una nube estelar, se escondió en su castillo marino, tras sus ojos egoístas y orgullosos, o tal vez encontró su lugar...

¿O yo perdí el mío?