Sí, cuando todo se acabó...

Sí, cuando todo se acabó, volvió a empezar, floreció como maleza en el jardín que nunca cuidas, como ese grano cuando comes mucho chocolate... o simplemente cuando te cortan las alas. Seguiste subiendo sin importar el porte de tus alas, pero ahí estuviste mirando al sol, ciega, incomprendida, dolida... y sola. A si que confeccionó un par de alas de cartón, pero el viento las destruyó, su sonrisa la borró la lluvia... Y sus ganas un duende se apoderó.

Algo tan superficial que me saca de la realidad... ARTE.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusto lo ultimo... cmo qe la lleva ajajaxd escibes muy filete mongis! :D